Cuidemos de nuestra familia, clamemos para que Dios more en nuestras casas. ÉL como buen padre de familia va a cuidar de sus hijos, de aquellos que moran en esa casa. Busquemos el relacionamiento intimo con el Padre, para que estemos bajo su cuidado, para que busquemos seguir el plan y el camino que ÉL nos ha trazado. Invitémoslo a que entre a los lugares más íntimos de nuestra casa, a que nos conozca mejor que nadie.
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ENAMORADOS DE JESUS
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