No paremos de predicar su palabra, esta es la labor a la cual Dios nos ha llamado y con su palabra llevemos, vida, esperanza y luz. Todos los días de nuestras vidas, y ahí donde estemos llevemos su palabra. Esa es la única fuente verdadera de luz y de vida. Constantemente refresquemos cosas que Dios nos ha dado y que debemos llevar a otros. No con afán de juicio sino para edificar al otro y siempre en amor.
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ENAMORADOS DE JESUS
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