Diariamente el Señor nos confirma la necesidad de buscarlo, alabarlo y poner nuestros ojos solo en ÉL. Hagamos declaraciones preciosas, de reconocimiento de que nuestro amado Dios es el Rey, que de ÉL vienen todas las coas, que es la fuente quien gobierna, quien tiene la autoridad. Declaremos su gloria y su victoria en los buenos momentos y también en los no tan buenos.
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ENAMORADOS DE JESUS
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