Tenemos una necesidad diaria de entregarnos a Dios. Debemos tratar de operar alineadamente con ÉL, no en nuestras fuerzas sino por su Espíritu Santo. El pacto que hicimos con ÉL debe ser recordado y renovado a diario, la declaración de que Jesús gobierna nuestra vida tiene poder, efectividad y una realidad espiritual que a veces no dimensionamos. Sino hiciste esa declaración de recibir a Jesús como Señor y Salvador, hazla ahora. Y si la hiciste, renuévala!
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ENAMORADOS DE JESUS
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